VIENTO

Hoy es un día algo triste, de los que te levantas casi sin fuerzas, sin ganas de no sabes que, inapetente. El día no acompaña mucho, triste, con mucho viento, un viento que ruge con fuerza, pero no con tanta como para arrancar de mi ese sentimiento. La tierra sopla con ganas, librando toda su furia, desatando en ocasiones su rabia, una rabia contenida por tanto que solemos abusar de ella. Sin embargo me acerqué a la playa esta mañana y allí, a pesar de ese aire, todo cambiaba, lo que en la ciudad era un viento sin fin, que todo lo azotaba, en la playa frente al mar era diferente, unas tímidas olas querían acercarse a la orilla, y el viento dibujaba su offshore despeinando su espuma, haciendo la vista hermosa, el agua, de un tono verdoso mezclado con azul, una textura dulce, junto con mis amigas voladoras posadas en el mar, a la espera de su banco de peces, inamovibles pese al viento. No he podido salir a navegar un rato con mi sup, pero me he quedado allí sentado frente al gran azul, pasmado con su inmensidad, perplejo con su belleza, como si el tiempo no pasara, junto a él parece que no pase, que todo se pare.Y completamente me ha cambiado mi ánimo, como un suspiro de aliento. En fin, hoy he podido deducir que mi vida gira en torno al mar, mi mar, el mediterráneo.